Descripción
En la actualidad, la violencia contra las mujeres ha dejado de ser una cuestión relacionada con el ámbito privado, en muchas ocasiones minimizada, ocultada o justificada, y ha pasado a considerarse como un problema social de envergadura con espacio en las agendas políticas.
Los estudios realizados sobre la violencia ejercida contra las mujeres han coincidido, en su gran mayoría, en poner de manifiesto que esta violencia está vinculada a la existencia de un desequilibrio histórico en las relaciones que mantienen ambos sexos en la práctica totalidad de los ámbitos de la vida social, familiar, profesional.
Las relaciones de poder dominantes han situado tradicionalmente a la mujer en una posición de inferioridad con respecto al hombre, situación que trata de perpetuarse a través de un amplio espectro de manifestaciones violentas, sexual, físico, psicológico, económico, emocional, etc.